A pocos minutos de salir de la vorágine del microcentro, el jardín de la casa o del country recibe al dueño de casa con un abrazo de paz y tranquilidad. Los jardines se hacen cada día más importantes en la vida de las personas de las grandes ciudades como Tucumán. Y con ello, crece también la necesidad de diseñarlo, de acuerdo con pautas no sólo estéticas ni de presupuesto, sino también con las sensaciones que se quiere provocar y con las necesidades de los dueños de casa.
Crear un jardín requiere tomar decisiones como elegir las especies que corresponden, de acuerdo con la forma, la silueta, la época de floración, la variedad del follaje y las necesidades de humedad, de exposición al sol y de suelo. El paisajista Carlos Marcelo Burgos recomienda tener en cuenta forma, textura y color en las especies que se elijan para lograr un equilibrio."Es indispensable que haya una planificación para diseñar un jardín ordenado", dice.
"Lo primero que un observador registra a una determinada distancia es la forma; cada planta tiene una masa única, y un volumen que se desarrolla y cambia con el tiempo. Si predominan las especies de porte vertical, el jardín inspirará mucha tensión o energía. Si son horizontales se acentuará la idea de relajación. En lo personal, adhiero a las formas naturales, abandonando podas caprichosamente geométricas (redondeadas y cuadradas), a no ser que respondan a un estilo arquitectónico formalmente clásico", advierte el especialista en jardines.
El follaje se pone en evidencia con la iluminación. "Las texturas ásperas o gruesas dan la sensación de informalidad; si predominan, hacen que el jardín parezca más pequeño. En cambio, las finas se relacionan con actitudes más elegantes y pasivas, se perciben como más lejanas y quedan sometidas a las dominantes", explica.
Colores y emociones
Los rojos, amarillos y naranjas (colores cálidos) producen excitación, y deben usarse en menor proporción, porque son muy llamativos y achican los espacios. En cambio, los violetas, azules y grises generan sentimientos de calma y tranquilidad, y amplían el paisaje. El blanco es un color neutro que unifica, y además puede resaltar en la noche, en reuniones nocturnas al aire libre.
La construcción hace de fondo a la plantación, por eso las flores deben contrastar. Si se quiere unificar hay que repetir las especies. Se pueden colocar algunas en el acceso y repetir en el interior. Pero si se coloca demasiada variedad de flores se consigue un efecto caótico. Por lo tanto para conseguir unidad debe haber un fino equilibrio, recomienda Burgos. Los accesorios, como esculturas y fuentes, deben ser usados con mesura para no recargar el paisaje. Al aire libre, lo más importante son las especies elegidas con conciencia ecológica.
Las tendencias
La tendencia actual es hacer jardines ecológicamente sustentables en el largo plazo. "Esto significa que hay que elegir las plantas que mejor se adecuan a las condiciones climáticas, y que permitan hacer un uso racional y tecnificado del riego", explica Carlos Marcelo Burgos. Para ello hay que tener conocimiento de las especies autóctonas y de la biodiversidad a fin de imitar los bosques locales pero dándoles un toque arquitectónico y funcional, agrega. Los nuevos diseños respetan las características originarias de cada geografía.